¿Para que sirve tanta palabrería?
¿Quien imaginaria
que tu piel se juntaría también al
contacto con la mía?
Por su amor, me rompo la camisa, acabo
en comisaria,
tengo celos de cielo por hacerte
brillar como bisutería.
Ayer vi al sol, todo quemado en la
puerta de un burdel
llorando porque alumbra más tu
mirada que su piel.
Soy un hombre pacifico pero estoy
afilando el hacha.