En la orilla del mar, me he puesto a imaginar
que la luna está sola y me empieza a hablar
me dice que todas las noches duerme sola
que se baña en el mar, para tirarse a las olas.
Le dije soy el capitán de un barco de papel albal
y quiero que me huela la piel a roca, espuma y a sal.
Le pareció mal y se fue, dejándome con mi desgracia,
un sueño roto, un barco de papel y una botella vacía.