sábado, 23 de noviembre de 2013

Día 328

Escucho a Extremo y me quemo
mi corazón ya no quiere más freno.
Dice que le suelte ya o que le mate
quiere beberse una botella de sake.
La voz de Robe suena en mi oído,
sintoniza, tengo la vida en diferido.
Se hace de noche, el día mengua,
mi corazón quiere ser mi lengua.

Se sentó, 
las patas en alto
y el chichi asomando
pidiéndome amor.

Se cansó
y el chichi lloraba
mientras lo encerraban
diciéndome adiós.