domingo, 18 de agosto de 2013

Día 230

Nunca digas nunca, pero nada es para siempre
todo es relativo y más cuando se trata de gente.
El ser humano es impredecible y tan maravilloso,
hasta que de repente, todo se vuelve asqueroso.
Ten cuidado, la belleza se marchita con el roce,
el paso del tiempo es cruel y todo lo corrompe.
No me hagas caso, cuando te hable o te ladre,
hoy me he levantado sobre las siete de la tarde.