cero orgullo, cero arrogancia, cero postureo.
El espejo me devuelve el reflejo de un viejo,
pero no me devuelve el dinero que me dejo.
Tengo el cerebro hueco y los ojos vidriosos,
no sé si de llorar o de tener sueños borrosos.
Mi autoestima es una lata de cerveza barata,