por enormes rascacielos de cincuenta plantas.
Mi paraíso no es estar en una playa del Caribe soleada
es estar contigo, relajado, hablando de nada.
No cambiaría ni por todo el oro de la antigüedad,
el poder estar con mis padres y mi hermana en Navidad,
Tienes suerte, piénsalo dos veces, la muerte llega sin aviso.