martes, 30 de abril de 2013

Día 120

Escribo esa carta en la que debería decirte que te quiero,
pero antes de acabarla, ya arde en el cenicero.
En la azotea, no hay dos personas, soy una luna medio en coma,
"coma, no se muera de hambre" le susurra el contenedor a ese hombre.
Sin esperanza, todo se ve más claro,
sin pistola y sin balas, no se oye el disparo.
Sombras caminan en un campo de minas,
no hay banderas rojas, sólo tiburones buscando comida.